Anota Tus Gastos Durante Un Mes.
Anota tus gastos diarios, semanales y mensuales. Puedes hacerlo en una libreta que lleves siempre contigo.
Págate A Ti Primero.
Programa una transferencia automática de una parte de tu salario desde tu cuenta corriente a una cuenta de ahorros o fondo de pensiones.
Planifica Tus Transferencias Por Etapas.
Si te pagan cada dos semanas, programa una transferencia cada dos semanas. Si trabajas por cuenta propia y el dinero te llega de forma irregular, planifica dos fechas en mitad del mes.
Reduce Tus Deudas.
Reduce tanto como puedas tus deudas en tarjetas de crédito, préstamos y cualquier otra deuda que puedas tener.
Conviértete En Tu Propio Agente De Préstamos.
Cuando acabes de pagar un préstamo, continúa haciendo pagos mensuales, ¡pero a ti!
Motívate Con Un Objetivo Concreto.
Decide qué es lo que de verdad quieres o necesitas y averigua lo que cuesta. Después márcate una meta realista.
Abre Una Cuenta De Ahorros Que No Puedas Tocar.
Estas cuentas bancarias no suponen ningún riesgo y ofrecen una tasa de interés más alta que las cuentas de ahorros normales, pero el dinero debe permanecer en el certificado de depósito durante un periodo de tiempo determinado (si lo sacas antes de tiempo, has de pagar una penalización).
Recorta La Gasolina.
Si no puedes comprar un auto que use menos gasolina, trata de manejar con menos frecuencia.
Ahorra Los Ingresos Extras.
Al recibir una cantidad de dinero extra, ingrésalo en tu cuenta de ahorros. O úsalo para pagar tarjetas de crédito y préstamos, o para hacer un pago extra a tu hipoteca.
Llena Un Frasco Con Monedas Sueltas.
Pon un frasco grande y en un lugar bien visible, y vacía allí cada noche las monedas que llevas.